De vuelta a casa merendábamos en el sofá, en compañía de mis primos que siempre venían a pasar la tarde de los sábados a mi casa, mientras los "Payasos de la tele" hacían de las suyas para desesperación de Gaby, que siempre acababa perdonando a los otros tres a pesar de sus travesuras. Alguna vez, incluso, coincidió que cantaron la canción de "Feliz en tu día" siendo mi cumpleaños y yo me emocioné convencida de que me la dedicaban exclusivamente a mí.
Para terminar con la programación de tarde del sábado, nos quedaba "Vacaciones en el mar", un poco ñoña, es cierto, con un guión que se repetía hasta la saciedad pero que en aquella época resultaba entretenido: unos cuantos personajes iniciaban un viaje en el "Love Boat" intentando solucionar sus problemas matrimoniales pero cuando llegaban a Puerto Bayarta (¿Quién no quería ir a Puerto Bayarta entonces?) ya estaban irreconciliablemente peleados. Sin embargo, alguna situación, casi siempre provocada por la tripulación del crucero, hacía que volvieran a solucionar sus problemas, esta vez para siempre, y volvieran a su casa encantados de un viaje maravilloso que les había hecho reencontrarse como pareja. Dulcísimo, teatral, irreal, es cierto, pero nuestras almas cándidas disfrutaban muchísimo con el capitan Merril Stubing, la pizpireta Julie o el sobrecago Smith. Igual que pasaba con "La Casa de la Pradera", era una serie que sólo tenía cabida entre una audiencia que venía de años y años de castidad y censura, y que acogía con los brazos abiertos cualquier programa en que apareciera algo de lujo, modernidad o valores familiares y tradicionales.
Cuando acababa esta serie mis tíos y primos se marchaban a su casa y yo aún tardaba un ratito en volver a la realidad, como si una parte de todos los personajes que habían salido en la televisión se hubieran quedado conmigo algo más de lo que duraba el programa. Volvía a ver la maravillosa melena de Farrah Fawcet, a imaginar playas maravillosas con aguas cristalinas y barcos llenos de lujo donde sólo por subir a bordo desaparecían todos los problemas... En fin, os dejo con la fantástica canción de la carátula de la Pantera Rosa, en un derroche de modernidad con el montaje que mezclaba dibujos y personales reales. ¡Para que luego digan que esto se inventó con Roger Rabbit!
Fuente de la imagen 1: http://www.rtve.es
Fuente de la imagen 2: http://www.vayatele.com
Fuente de la imagen 3: http://www.tvacres.com
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