lunes, 14 de julio de 2014

ESTE AÑO BELCOR BAÑO



Aprovechando las rebajas de verano, el fin de semana fui en busca de un bikini. Y como siempre, mientras buscaba entre los diferentes modelos, me topé con una etiqueta que me hizo venir a la cabeza la sintonía de uno de los anuncios que más recuerdo del final de mi infancia: en 1982, Belcor lanzó una campaña publicitaria refrescante y juvenil, con las imágenes de unas chicas adolescentes con las que me sentí completamente identificada (aunque yo todavía no lo era) y una música pegadiza que es la que todavía tarareo de vez en cuando.

Su estética es "ochentera" hasta aburrir: los peinados de las chicas con un lazo de color (a juego con la ropa o el bañador), los labios de colores anaranjados, las sombras de ojos en tonos lima, y unos bañadores y bikinis tan propios de la época que sólo les faltaba que hubieran acolchado el tirante a modo de hombrera. Las tres chicas quieren ser muy modernas, independientes, atrevidas.... Están las tres solas pasando el verano en una "roulotte" y llevan ropa sugerente, sin el puritanismo de otras épocas. Cualquiera podría pensar que estamos ante la liberación femenina ¿verdad?. Pero ¡no!. Igual que pasa ahora con la publicidad, las chicas del anuncio necesitan la figura masculina para sentirse completas, para ser felices: aparecen las tres vigilando al chico de sus sueños, un salvavidas de la playa, y llaman su atención para que se fije en ellas. Mientras esperan, se ponen sus mejores bañadores recién estrenados. Pero él no aparece. Tristes y fastidiadas, cada una de ellas fantasea imaginando que la elige a ella para casarse. El spot termina cuando el salvavidas cruza la puerta con cada una de ellas en brazos y vestida de novia en la "roulotte", alcanzando entonces la felicidad absoluta.



Si no fuera porque todavía hoy en día se mantiene este esquema machista y dependiente de las chicas en los anuncios me daría la risa; porque además intentaban (e intentan) aparentar una modernidad y una amplitud de miras que no es cierta: las chicas son, en la publicidad, modelo de independencia, de personas con iniciativa... pero en realidad necesitan que los hombres den su aprobacion a su cuerpo, a su conducta, a su actitud, para ser felices. Son (y eran) floreros que no aportan ni conocimiento ni aptitudes de ningún tipo, solo belleza y sensualidad. El hombre solo tiene que llegar, elegir la que más le gusta (por su aspecto físico, evidentemente, como los tratantes de ganado) y demostrarle quien manda y quien decide.

Hay miles de anuncios que serían tan representativos de este esquema como este pero como la música era tan pegadiza y yo tengo tendencia a recordar la letra con insistencia (es una especie de resorte, no sé qué diría mi psicóloga si se lo contara) he tenido posibilidad de analizar el mensaje a conciencia. Transcribo la letra porque no tiene desperdicio:

"Quisiera ser tan bonita
que él se fijara en mí
Quisiera estar tan radiante
que él se chiflara por mí
Este año, Belcor baño, 
este año, Belcor baño"

Lo dicho: mujeres que quieren ser bonitas solo para gustarle a hombres que vuelvan locos por sus atributos, como si de brujas encantadoras se trataran.

No quisiera que las mujeres de las siguientes generaciones siguieran repitiendo este esquema dependiente y mezquino, basado en principios de desigualdad entre hombres y mujeres como si tuviéramos intereses diferentes, como si el sexo femenino solo fuera un complemento necesario del sexo masculino. Es tan sibilino en mensaje que hoy día nos creemos que por aparecer como sexualmente activas en la publicidad tuviéramos ya ganada la igualdad, pero nada más lejos de la realidad; todavía hoy hay chicas y chicos que repiten esquemas patológicos en sus relaciones, y la prueba son las numerosas muertes por violencia de género que se producen.

¿O encontráis alguna diferencia entre lo que sugiere la campaña de este mismo año de Calcedonia? Por desgracia, yo no.


3 comentarios:

  1. Siempre me encantó ese anuncio, me daba buen rollo y me motivaba pero no me paraba a analizar la letra, hasta que años después sí lo hice y...Caramba con la letra y el anuncio en sí, pero me ha hecho ilusión oírlo

    ResponderEliminar
  2. Siempre me encantó ese anuncio, me daba buen rollo y me motivaba pero no me paraba a analizar la letra, hasta que años después sí lo hice y...Caramba con la letra y el anuncio en sí, pero me ha hecho ilusión oírlo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Quizá ese es el problema, que hemos sido educadas en una cultura que no nos permitía tener una visión completa de lo que significaba el mensaje profundo de la letra ni los valores que nos estaban inculcando.
      Me alegro que te volver a escuchar el anuncio te haya hecho feliz un rato. Gracias por tu comentario, un abrazo

      Eliminar